El otoño es ideal para recorrer los senderos de montaña sin el calor agobiante del verano ni el frío extremo del invierno. Desde Potrerillos parten diversas rutas de trekking y cabalgatas que permiten explorar la inmensidad de la Cordillera, respirando aire puro y disfrutando de la serenidad del paisaje. A medida que se asciende, la vista panorámica del embalse de Potrerillos se vuelve un espectáculo imperdible.
Los más aventureros pueden optar por excursiones hacia miradores naturales, donde el silencio solo es interrumpido por el sonido del viento y el canto de las aves. También es la temporada perfecta para el avistaje de fauna silvestre, ya que la menor afluencia de turistas permite momentos de conexión única con el entorno.
